Estimados oyentes, políticos, expertos, analistas, personas civiles y los representantes de cada región del país, bien
intencionados y cooperadores consecutivamente dan discursos sobre la necesidad
de acabar de una vez por todas la pobreza, lograr un mayor desarrollo, terminar
con el crimen, mejorar la seguridad jurídica, optimizar las instituciones de
salud, la alimentación de la juventud, una mejor calidad de educación, más
empleo y tantas otras cosas buenas que todos deseamos. No hay que convencer a
nadie de las propuestas de tales aspiraciones, reiteradas como si fuese un
concurso, para ver quién las dice con más elegancia, entusiasmo y con mas objetividad.
Todas esas aspiraciones se alcanzan con gran esfuerzo, trabajo y creando riqueza. Las familias con mayores recursos económicos no necesitan que el gobierno les entregue alimentos, educación ni atención médica, cuando hay miles de personas que necesitan aun mas esas ayudas. Cuando hay prosperidad y desarrollo en la economía, los ingresos fiscales permiten que los gobiernos las provean a los necesitados. Por eso, las aspiraciones de los discursos se pueden lograr, con lo mencionado anteriormente, trabajo y esfuerzo resumiendo todo en una sola cosa: crear riqueza.
Todas esas aspiraciones se alcanzan con gran esfuerzo, trabajo y creando riqueza. Las familias con mayores recursos económicos no necesitan que el gobierno les entregue alimentos, educación ni atención médica, cuando hay miles de personas que necesitan aun mas esas ayudas. Cuando hay prosperidad y desarrollo en la economía, los ingresos fiscales permiten que los gobiernos las provean a los necesitados. Por eso, las aspiraciones de los discursos se pueden lograr, con lo mencionado anteriormente, trabajo y esfuerzo resumiendo todo en una sola cosa: crear riqueza.
En realidad, ya se sabe bien cómo hacer un país más rico. No es
ningún secreto, solo hay que producir
más en el tiempo disponible y con los recursos disponibles. ¿Acaso hay otra
manera? Hay que reconocer que si somos pobres es porque impedimos la creación
de riqueza, porque desalentamos su creación y porque con nuestras leyes y
regulaciones establecemos abundantes cargas, estorbos y desincentivos.
Por esto les digo señores sean consecuentes con sus actos y
propuestas, ayuden a terminar con la pobreza en el país ya que con el esfuerzo
de todos se pueden lograr muchas cosas.
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